Jorge Ruiz, cantante y compositor del grupo musical Maldita Nerea, es de los que piensa que detrás de cada canción hay toda una filosofía. Por eso, después del lanzamiento de su octavo disco, Bailarina, y bajo el mismo nombre, nos presenta una historia en la que combina su faceta de músico con la de terapeuta del lenguaje. A través de la historia de Valeria, que es todas las mujeres, todos los hombres, nos contará un relato que encierra en clave poética la importancia de un mundo –lleno de Ruido- donde sistemáticamente hemos dejado olvidadas nuestras emociones.

 

Título: Bailarina

Autor: Jorge Ruiz Flores

PVP:  15,90 €

Nº de pág.: 311

Fecha publicación: 23 de noviembre

Bailarina es mucho más que la historia de una chica cualquiera: encierra una profunda reflexión sobre la naturaleza femenina y su situación actual en una sociedad que ignora sistemáticamente el mundo de las emociones. Una introspección en la que se propone a lo femenino como una parte esencial del ser humano, aplicable no solo a las mujeres sino también parte importante en el hombre, un ámbito en el que los sentimientos y las emociones tienen (o deberían tener) una especial preponderancia.

En Bailarina conocemos a Valeria, una mujer aparentemente normal que no encuentra su sitio. Se entretiene, llega tarde y no sabe explicar ni cómo ni por qué en algún punto del camino dejó de entender lo que le pasaba. Solo quiere ser feliz,

pero no lo consigue.

Valeria  no  conoce  aún  a  Bailarina.  Esta es la historia de su encuentro y del cambio radical que se producirá en su vida: Bailarina le enseñará a escucharse, a conocerse y a quererse. Como Valeria, muchas personas no saben que son bailarinas; en algún momento perdieron sus puntas y, sin ellas, se convencen de que ya no pueden bailar. Jorge Ruiz, alma máter de Maldita Nerea, nos invita, en su primera incursión literaria, a que las recuperemos y

así nos conozcamos de verdad.

Según el narrador de esta historia –un auténtico buscador de bailarinas– para poder encontrarlas hace falta primero poder reconocerlas, y para ello hay que entender muy bien el mundo en el que habitan. Según esta teoría, cuando somos niños todos podemos verlas y sentirlas en su plenitud:

«Se puede comprobar fácilmente. Cuando tengas un niño ante ti, presta atención, porque con seguridad verás que junto  a él o muy cerca hay una o varias bailarinas pendientes de si las mira. Ellas saben perfectamente que los niños pueden sentirlas desde que nacen. Como si ya fueran buscadores. Es algo inherente a ellos. Y cuanto más pequeños son, más facilidad tienen para reconocerlas. Es así. Por eso las bailarinas bailan siempre para  ellos, para que sonrían cuando quieran hacerlo y puedan crecer y disfrutar con total libertad de su niñez».

Por tanto el buscador de bailarinas -como el lector- se hará algunas preguntas, que solo podrá comprender después de  terminar la historia de Valeria: ¿Cómo es posible que al nacer seamos capaces de verlas y sentirlas, pero después, con el paso del tiempo, desaparezcan de delante de nuestros  ojos? ¿Es tal vez porque al llegar a un momento concreto de la vida nuestra mirada deja de poder contemplarlas? ¿O es que al madurar perdemos la sensibilidad necesaria para

apreciarlas y admirar el majestuoso silencio de sus pasos?

> Donde hay chocolate (infalible)

 

¿Qué es una bailarina?

El  narrador nos explica que llegó tarde a comprender qué eran las bailarinas, que pudo entenderlo cuando en su historia habían pasado ya un montón de cosas. Y que por eso, quizás, a nosotros nos pasa lo mismo. Pero se dio cuenta de que siempre habían estado a su lado, aunque no lo advirtiera. Y aclara: “No son hadas, ni musas, ni nada parecido, y tal vez no puedas verlas a simple vista. Pero sí sentirlas y reconocer sus señales”. Aun así ellas siempre están ahí, aunque perdamos nuestra capacidad innata para apreciarlas. Porque nunca desaparecen del todo.

«Todas  las historias tienen un principio. Todas. Y lo habitual es pensar que, en las historias personales, las de cada uno,  ese principio es nuestro nacimiento». Los buscadores tienen una extraordinaria habilidad para comprender el lenguaje de las bailarinas y son capaces de encontrarlas incluso cuando se esconden en lugares inaccesibles, cuando creen haberse perdido o cuando están convencidas de que se les ha olvidado bailar, cosa que les ocurre con frecuencia a muchísimas de ellas. Cuando esto sucede, las bailarinas se convierten en durmientes, o al menos es así como las llaman los buscadores. Son bailarinas que han dejado de bailar por algún motivo que para ellas se vuelve insuperable, durante un tiempo (que puede llegar a ser mucho), o para siempre.

«Los  buscadores lo saben y por eso dedican su existencia a recordar a las durmientes lo maravillosas e imprescindibles que son, y lo esencial que es para el universo que pueda seguir disfrutando de su danza. De su inigualable, singular y única danza. Y esto es precisamente lo que un buscador trató de hacer con Valeria, la protagonista de nuestra historia».

Jorge Ruiz  es cantante, compositor y fundador del grupo musical Maldita Nerea con el que ha conseguido dos Discos de Platino, cuatro Premios 40  Principales, el premio “LOS NÚMEROS 1” de Cadena 100, más de medio millón de seguidores en las redes sociales y más de 50 millones de reproducciones de sus vídeos musicales. El año 2014 fue el encargado de componer el himno de la Roja, «Buena energía», y el año 2015 compuso la canción «Tú eres la vida» para el himno del concierto POR ELLAS, dedicado a la lucha contra el cáncer de mama, que cada año organiza Cadena 100. El pasado mes de septiembre se publicó el séptimo disco de estudio de Maldita Nerea, Bailarina, cuyo primer single, homónimo, fue el himno de la Vuelta Ciclista a España 2017.

Jorge combina con su faceta de músico con la de terapeuta del lenguaje (es  logopeda y maestro en audición y lenguaje) y otras actividades vinculadas al ámbito educativo, como charlas o encuentros para jóvenes sobre optimismo, talento, creatividad y educación. Jorge siempre ha mostrado su implicación en la necesidad de un cambio educativo que descubra, fomente e impulse el talento de todas las personas. Desde 2011 es patrono de la Fundación Promete con la que imparte charlas y ponencias, y también es miembro de la Sociedad Civil por el Debate, creadad en 2015.